Panic realizó su primera pinta en agosto del año 2000, en una expo que se realizó en Martín Carrera, al norte de la CDMX; decidió adoptar ese sobrenombre porque así le decían a él y a un grupo de amigos con los que bailaba Break Dance
Por: Miguel Flores/KlandestinoTV
Uno de los grandes representantes del graffiti en México es Panic, de los Kakorros Crew y MR, quien actualmente se dedica, además de pintar, al tatuaje y es director de arte para dos de las televisoras más importantes del país.
Cuando él inició en el graff, no sabía qué poner de placa, sin embargo, bailaba Break Dance y le decían a él y al “grupito” con el que se juntaba Panic, porque así se llamaba un crew de breakdancers, y como no sabía qué firmar en su primer pieza, que la hizo en una expo, decidió ponerle ese nombre.
Luego conoció las reglas del graff, y se dio cuenta que solo debería haber uno con ese sobrenombre, por lo que siempre debía hacer valer su nombre, y se preguntó por qué no se había conseguido una placa complicada como lo hacían los demás.
En entrevista para KlandestinoTV, dice que los demás “ponían letras y de ahí salía algo, sin embargo yo parecía que ya me había echado al hombro representar el nombre, y no sé, aunque yo creo que me dediqué a nunca querer agradar a nadie, sino más bien yo hacer mis sueños, creo que también existía esta necesidad de intentar ser el bueno para que no me gane el nombre nadie”.
Sus primeros acercamientos con el graffiti, recuerda, fueron dos principales. Él es originario del oriente de la Ciudad de México, más específicamente, de Santa Martha Acatitla. De adolescente, entre los 11 y 12 años, trabajaba con su mamá vendiendo en un mercado y su camino era la calzada Zaragoza hasta Pantitlán. Ahí, veía cosas de gente que admira mucho como Reak, Humo, Sketch, Jocker, entre otros. “Sobre Rojo Gómez también habían una piezas bien chidas, de letras y caricaturas de personajes, y a mí siempre me llamaba la atención dibujar o pintar o crear cosas que fueran distintas, y me voló la cabeza cuando empecé a ver eso, y entonces yo creo que cuando observas algo, empieza a abrirse ese campo y ahora llama tu atención, entonces, cada vez encontraba más y más”, explica Panic.
Su otro acercamiento, recuerda, fue cuando su papá estuvo un periodo de tiempo en la cárcel, y cuando salió, lo hizo observando la ciudad y lo que ocurría en ella. “Lo que le llamaba mucho la atención a él, eran las cosas de Koka, y había una pieza específica ahí alrededor del área de San Juan, donde había unos niños como los de la portada de YouTube, que miraban hacia arriba, y estaba bien chido, así es que él siempre me decía: mira esto, mira esto, pero de repente, lo que él no sabía, era que mucho de lo que me decía que viera eran piezas mías, también yo me escondía detrás de, o era lo que me gustaba, como ser ese personaje que puedes ser quien quieras ser, y por otro lado tu persona”.
Panic nunca decía que eran sus piezas, pero cuenta, ese también fue uno de sus acercamientos al graffiti, el ver cómo su padre admiraba su trabajo.
Él comenzó a pintar en una expo que realizaron en Martín Carrera, al norte de la Ciudad de México. “Recuerdo el año y la fecha, porque fue una expo, yo llegué bailando ahí Break Dance, una expo que hizo el Ekla en Martín Carrera, y ahí me dieron un espacio chiquito, y justo hice como una estructura de letras, y fue en agosto del año 2000, ahí fue mi primer real como graffiti o pieza, antes dibujaba en el cuaderno solamente”, cuenta.
Panic prefiere realizar el graffiti en el que se puede tomar su tiempo para crear lo que quiera. Dice que si pudiera llegar a un lugar baldío y ponerse a pintar, lo haría. “Por ejemplo, una vez nos pusimos a pintar en unos puentes por donde cruza el mar, en Mérida, y pues ahí estábamos bien tranqui, la banda estaba pescando, nosotros pintando, no sé, estaba chido, entonces, creo que para mí existe el graffiti vandálico, porque ilegal no es, eso es en Estados Unidos, aquí en México solo es una falta administrativa, y por eso también se deshizo el grupo antigraffiti en su momento”.
Para Panic, el arte es lo que alguien siente y comunica mientras realiza algo. “Por ejemplo, un graffiti de unas letras salvajes, más bombas, wildstyle, un tag, pero le genera un sentimiento a las personas o lo comparte, eso para mí es arte porque ya está comunicando con los demás, así sea gusto, odio, algo, está comunicando sentimientos fuertes, entonces para mí, real, el arte es lo que sientes mientras haces o creas la cosa, sea lo que sea, así sea la reproducción de una fotografía que a veces muchos demeritan, de la falta de creatividad, pero es mucha técnica, pero aparte también estás sintiendo algo, estás en un momento espejo, en donde tú te estás desenmascarando, desnudando, entonces yo considero que el arte va más introspectivo y no es tan simple o tan facilón para decir: ay pues esto sí es arte, esto no es arte, sino más bien creo que es lo que nace desde el centro y qué comunica, yo creo que todo aquello que comunica y que no solo quiere agradar es lo que considero como arte y para mí, yo sí pienso que el graffiti es puro arte, es lo más puro que hay, porque son los reales sentimientos, a veces de transgresión, a veces de lo que traemos de la vida, de la casa, del dinero, del trabajo, de qué vivimos de niños, nuestras pasiones, nuestros disgustos, nuestros sueños, yo creo que es algo que todavía estábamos cuidando un poco para que no se enferme del dinero, el dinero creo que enferma la cosa siempre, porque eso sí ya es de pues agrada, entonces ya que te quede bonito, que esté maquillado, que esté lo más suave posible”, expone.
Panic se autodenomina como una persona muy introvertida, seria y hasta penosa, y él veía que cuando hacía algo que la gente no entendiera o no le gustara, no lo iban a pelar tanto, pues no era tan digerible como una foto, una imagen o algo fácil de entender, por lo que se dirigió a la caricaturización de letras. “También sobre todo por la matemática mental que hay que tener al construir la cosa, y eso creo que fue lo que me fue dando a lo que le llaman estilo, porque lo vuelves personal, lo vuelves así como, y sí de aquí le muevo pa acá, y de aquí le giro pa acá, pero yo era por buscar esta introversión en mí, esta función, sin embargo, me di cuenta ahí que lo que yo pienso del arte, es eso, de cierta manera comunica, aunque no lo entienden, llega alguien y me preguntan qué es, por qué lo hiciste así, qué dice, ya saben que es una caricaturización de letras solamente, y creo que a mí lo que me motivaba en mi inicio era a mí mantenerme como lo que yo sentía de mí, más retraído, más introvertido, sin embargo fue algo que expulsó muchas partes de mí”.
Recuerda que Humo le decía que el que es maestro del graffiti es quien controla el aerosol, pero también tiene un estilo para todo: letras, wildstyle, 3D, bombas, tags, caracters, comics, etc, entonces tú sólo podías hacer un modo completo y para todo tener estilo y no copiarle a nadie.
Señala que entre los graffiteros de su generación había cierta competencia, pues los educaban diciéndoles que se rifaran, compitieran y ver su podían ser la distinción entre los demás.
“A veces hago como robots, esto, eran como transformers, como de mira mi pendejada, que lo puedo componer ahora, que es un robotsito, o lo puedo descomponer, que terminan siendo letras que siempre dicen Panic. Hay ocasiones que he puesto otro tipo de palabras que a mí me motivan, que me las voy aprendiendo, por ejemplo, la humildad, a mí me enseñaron que la humildad tenía que ver con el dinero, con la arrogancia, y no, la humildad es cuando te equivocas y pides una disculpa, o por ejemplo apapacho, también me gustaba escribir porque es una de las palabras náhuatls, que significa te abrazo en el alma, te abrazo en el corazón, entonces a veces jugaba un poquito con eso, pero normalmente escribo mi nombre para identificarme conmigo”.
El artista no se considera bueno para lo que hace, pues cree que cuando una persona se considera buena en algo, es porque ya llegó a un límite, y él sigue mucho buscando sus límites, pues le apasiona mucho hacer graffiti.
“Yo no ubico que sea alguien bueno en lo que hago, sin tener falsa humildad, si no al contrario, creo que siempre busco cómo ir mejorando, cómo puedo hacer para que me guste más, y creo que todo depende de lo que a mí me gusta de los demás, de los otros maestros de las letras como Jocker, Reak, a veces los efectos que meten en sus pinturas, creo que son partes que me motivan a mí”.
En sus inicios, Panic llegó a practicar el graffiti sin permiso, pues recuerda que llegó a pintar en trenes, en el muro de contención, en patrullas abandonadas, atrás del aeropuerto, entre otros lugares. Sin embargo, señala que siempre ha tenido una ética personal, y aunque respeta lo que cada persona quiera hacer, él iba en contra de pintar las casas de las personas. Eso, porque recuerda que en ocasiones le llegaron a pintar la casa de su abuelita, y a veces no tenían ni para comer, menos tenían para pintar su hogar. “Yo sí decía que no quería hacerle la guerra a mi misma banda, si soy del barrio, si puedo los cuido, entonces respeto para la demás gente que quiere atascarse y ser bien populares, y que todo mundo los voltee a ver como si necesitaran ese 'fíjense en mí' y vean que existo, pero creo que yo nunca tuve ese personal punto de vista. Entonces sí lo hice, pero en ciertos puntos, sobre todo me apoderaba de los espacios donde había campaña política, porque decía: bueno sí ese güey puso vota por tal, mejor yo pongo mi cosa y a mí me gusta más que esa mamada”.
Dice que su familia, cuando comenzó a hacer graffiti ilegal, no lo bajaban de drogadicto y vago, y eso le hizo cierta fortaleza a cualquier tipo de crítica. Recuerda que, incluso haciendo graffiti legal, vivió la época fuerte de la tolerancia cero contra el graffiti. “Por eso es que también construimos un proyecto que se llamaba Kakorros Cru, y le inyectamos como ciertos principios, que uno de ellos era empezar a reunir a la banda, que estuviéramos más en paz, más tranquilos, que tuviéramos como más hermandad, no fuera tan pandilleril, y por otro lado era como defender la expresión libre, es lo que estamos haciendo, no le hacemos daño a nadie, no estamos queriendo, no sé, nada, entonces se estaban metiendo con la libre expresión”.
Señala que en ese tiempo incluso debían tener formatos del permiso para que las personas, dueñas de los muros, los firmaran, y aún así lo llegaron a llevar varias veces a los separos, pero como era menor de edad, no había mayor problema. Cuando era mayor y lo llevaban arrestado, se aguantaba el tiempo que debía en los separos. “Al final termina por ser una falta administrativa, que creo que con mil y tantos varos sales, solo pagas tu falta administrativa y ya, por el daño que le estás haciendo al lugar, o por el traslado que te cuesta que te lleven de un punto A a la procuraduría”.
Respecto a los murales que hacen algunos artistas del aerosol por encargo del gobierno, y que luego los enciman con bombas, Panic cree que los que hacen los murales deben dejarlos intactos una semana, y a la semana siguiente que vayan y los pinten todos los que quieran hacer bombas, pues finalmente es más trabajo para ellos. “¿Te gusta un chingo tu pintura? Pues hazla en un bastidor y quédatela en tu cuarto, y que nunca nadie la lastime. Esto justo lo generamos por trabajo, o sea, en qué momento iban a comprarle a alguien un graffiti, entonces, nosotros como Kakorros empezamos a pintar en delegaciones solo porque nos pagaran con aerosoles, y eso nos criticaron mucho en su momento, pero lo hacíamos con caras bonitas, y nada más para que nos pagaran”.
Cuenta que después empezaron a meter un precio fijo. “Eso, hay mucho que ni lo saben, como se construyó, pero eso no lo vendíamos como graffiti, lo vendíamos como de aquí podemos vivir los graffiteros, que en su momento este proyecto lo traían proyectos como de artistas plásticos, como los Neza Arte Nel, Santa Martha Arte Acá, y de repente todo se giró hacia el graffitero, entonces ahorita los graffiteros traen apañada la cosa y veo súper bien que borremos nosotros mismos y todos tengamos chamba, yo creo que el proyecto Kakorros, mucha banda que se está dedicando a hacer este tipo de murales, o ellos fueron parte de nosotros en proyectos con Reebok, con Nike, con Red Bull, con la policía, con la delegación, con campañas políticas, y no es que fuéramos parte de eso, sino más bien que queríamos enseñar que también éramos capaces de hacer cosas distintas, con la habilidad que nos daba la pintura en aerosol, que era mucho más rápida, mucho más ágil, que cuando pintan los artistas plásticos, sin demeritar su chamba, pero creo que sí tardaban de un mes a seis meses y nosotros en tres cuatro días ya teníamos muralotes y bien chidos”.
Dice que esos murales no los considera graffiti, sino la técnica del aerosol dándole chamba a los graffiteros. “Si era por eso, entonces yo veo mal, más bien, que los envidiosos digan: güey, yo me acaparo esta chamba, y solo va a ser para mí y nadie me puede dañar mi mural, entonces te volviste parte del problema”.
Panic, fuera del graffiti, se dedica a la dirección de arte para televisoras. Expone que para llegar a la ese puesto, en empresas tan grandes como Televisa y TV Azteca, es un proceso muy largo, y lo agradece al hecho de haber aprendido a pintar y ser creativo. “A mí me tocó caer en esa área por mucha suerte, y es mi chamba, y sí me ha tocado sufrirla como todos, que tienes que ir creciendo y avanzando en tu jale, y sí, yo me dedico, en cuanto puedo y hay jale, que creo que ahorita la televisión ya se está medio acabando, a ser director de arte de contenido para multimedia y director creativo”.
El graffiti, opina, le dio la herramienta para poder llegar a tener ese tipo de trabajo. “Me dio la herramienta principal creativa para poder estar proponiendo ideas, pensar un poquito más en panorámico, ver el campo completo, y básicamente mi trabajo depende de eso”.
Otra de las ramas a las que se dedica es al tatuaje. Sobre esto, cuenta que es algo totalmente diferente al graffiti, y eso es algo que le ha dicho a las personas, pues cuando empezaba, al ver que era bueno para el graffiti, la gente le decía que era bueno para el tatoo también, cuando él apenas comenzaba en ese ramo.
“Es una cosa totalmente diferente, y creo que se lo he dicho a la banda que se me ha acercado de repente a decirme: oye y cómo le hiciste, porque yo pinto, y pinto chido y no me queda, es decir, hay que aprender a romper el ego y la vanidad, ya eres muy bueno en algo, pero si vas a empezar la otra cosa comienzas desde cero, agachas la cabeza, no sabes nada y es el papel en blanco, creo que eso fue lo que me dio a mí humildad, me empezó a limitar la vanidad, de decir: yo ya soy bien bueno en una cosa, y voy a llegar bueno en otra, pero lo que me pasó también es tener también esta como carga encima de que decían: ah él ya está tatuando, y como pinta bien, tatúa bien, y yo sí les decía: no, yo apenas voy empezando, cuidado con eso. A veces ni quería que se enteraran que ya estaba tatuando porque ya era esta exigencia encima de decir: si lo haces bien aquí, lo haces bien en todo, y si la cagas en algo, igual”.
Nunca le ha pasado por la cabeza dejar el graffiti, pues, dice, desde antes de practicarlo ya lo hacía. “Creo que graffiti, dibujo, y eso, yo lo hago desde antes de hacerlo, yo antes de hacer graffiti ya venía dibujando, copiando cosas normalmente, el Dragon Ball, los Supercampeones, todo aquello que me apasionaba o me gustaba lo intentaba, y es mi vida básicamente, mi vida se ha dirigido hacia el área creativa, hacia el área ilustrativa, pictórica y de más, entonces es de lo que vivo también, me aprovecho de esas herramientas para poder generar de donde saco dinero, entonces no he pensado en algún momento soltarlo, a menos que afecte mi paz, mi libertad, mi tranquilidad, valores que tengo yo que romperían cierta ética de mi persona, ahí sí preferiría mantenerme un poquito alejado”.
Fuera del graffiti, Panic se define como un observador nato, ambicioso, cariñoso de todo lo que vive, ve, siente y le gusta escribir, e incluso, se encuentra escribiendo un libro de tatuajes, pues a él le parecía muy difícil aprender a hacerlo, y ahora está haciendo (en el libro) el proceso de la A a la Z, para poder compartirlo. También hay una parte donde comparte, en su libro, cómo le hace para poder promoverse, para poder generar una marca personal. Le gusta la lectura, tiene estudios de cine, y también estudió contabilidad. “Creo que soy alguien súper hiperactivo en muchas áreas y mis puntos de interés, real, son como vivir, disfrutar, ubico dos realidades: la realidad que ubicamos los humanos porque imaginamos y porque nos construimos problemas, porque todo el tiempo estamos pensando, y la otra realidad, donde viven los perritos las hormigas, y a veces yo es a la que quiero escapar, disfrutar de eso”.
Actualmente pertenece a los crews Mentes Rebeldes (MR), al que también pertenecen aún sus amigos de adolescencia, como Micro, Bee, Emers, Pausa, Ary, Jake, Skor, Comex (QEPD), y el otro, que es Kakorros Cru. “En su momento solo se utilizaban siglas, no, como MR, solo siglas, y de repente jugamos a los nombres divertidos, que según en las reglas no se podía, entonces: dime Kakorro, dime lo que quieras, yo soy joto si quieres, estoy jugando, me estoy divirtiendo, todo es más relajado de lo que piensas”.
También pertenece a otros crews de los que también se siente parte. “Por eso a veces de repente me hago llamar uno o one, de que soy único, pero, sin embargo, me siento uno y todos, porque también de repente es camaradear con mis camaradas de los SF, o de cualquier crew, por ejemplo, pertenezco a los COX de Italia, con el Pita, con el Llama, con el Río, y pues hubo un tiempo que ya no me alcanzaba la barda de tantos crews a los que iba perteneciendo, porque me parecía chingón, entonces ahora siento que yo los revivo pero los puedo sintetizar en un one.
"Igual también entiendo que hay banda a la que nunca ha estado tan alegre de: él se lleva bien con todos, y está bien, yo puedo con eso, somos energía al final de cuentas, no todos nos podemos llevar igual, por eso hay negativos y positivos hasta en la sangre, yo prefiero mantener líneas de: si yo no te caigo chido así, tú por allá, yo por acá, no hay por qué no seamos esa persona rara de: es que es a fuerza, a fuerza nos tenemos que caer bien, y si no tenemos que discutir, toda mi infancia me la viví peleando todos los días, entonces, hubo un momento, cuando entré al greffiti, que yo ya no quería, ya no quería ningún tipo de problemas, al final a veces sucedía, pero es algo que a mí no me motiva, sin embargo soy alguien que se intenta mantener en el equilibrio de todos”, señala.
Las letras de Panic, cree él, al pintarlas y darles dimensiones es cuando se empieza a perder la forma de las mismas y a agarrar estructura, “pero real, mis letras son muy entendibles, muy simples, a veces me preocupo por el dibujo, pero me preocupo también por la pintura, porque creo que la pintura es la que me hace más como meterme más en ello, como estar aquí todo distraído de mi vida y estar emocionado, o triste. Hay veces que he hecho cosas bien catastróficas, justo porque es el momento en mi vida donde me siento así, entonces, si podría definir en algo, sería mucho sentimiento, mis letras (…) a veces hasta enojos, a veces miedos, entonces me aprovecho de todo eso que voy sintiendo y lo descargo”.
Recuerda que hubo algunos miembros de su familia que, cuando comenzó a hacer graffiti, lo vieron mal. Incluso, señala, uno de sus tíos le llegó a prohibir entrar a su casa, o le cerraban las ventanas, cuando toda su vida había tenido acceso. “Yo lo que entendía es que es por ignorancia, también la gente, no es como que le tenga que gustar lo tuyo, o sea, no le tiene que apasionar tu cosa, a veces veo que hay gente que dice: no es que me motiva más personas que no tenían nada que ver conmigo que mi propia familia, y es de: ay sí, pero cuando te has metido en un problema ahí está siempre tu familia, pero por qué quieres que le guste tu pendejada, por qué quieres que vivan tu vida, o sea, si no les gusta está bien, mantente tranquilo, qué vanidad”.
Incluso, agradeció que miembros de su propia familia no lo vieran bien o rechazaran su trabajo, pues eso le formó un tipo caparazón. “Siempre nos pasaban a gritar, ahorita pasan, y dicen que está chido, antes pasaban y te gritaban: ráyate las nalgas, o sea, era bien agresivo, también porque nos empezaron a hacer una mala fama de que decían que los graffiteros éramos células delictivas que marcaban casas y que robaban, y es de: güey, no, solo queremos pintar, si quisiéramos robar mejor estuviéramos haciéndolo en vez de gastar tanto dinero en aerosoles, hay gente que no puede comprar ni un aerosol para pintar su bici, nosotros usamos como 40, entonces es una inversión muy grande”.
Dice que el dinero de esa inversión salía porque todos trabajaban. Incluso, había quienes se dedicaban a la albañilería, y trabajaba solamente para eso. “Era difícil encontrar banda que estuviera metida en el graffiti y metida en las drogas, todo eso, perdidos, o a veces se salvaban de ahí, era más motivante estar en esta droga contigo mismo, que es conociéndote, que yo creo que muy poca gente se toma el tiempo de conocerse, y ahí es que creo que, sí, mi familia cambió el punto cuando empezaron a publicarme en revistas, cuando salía en programas, cuando salía en entrevistas, de repende fue un boom bien extraño, y ya salía en los programas de la mañana, de la noche, en Otro Rollo, en las noticias, en portadas de periódicos, y ahí sí era ya como de: ay sí, él es mi tal, eso para mí ya era como basura, de: ah, sí güey, o sea, fuiste honesto antes y ahorita es de: ya estás ganando títulos, pues ya, yo lo acepto”.
Siente que esta parte, de cierta manera, fue su culpa por no explicarle a su familia qué era lo qué hacía y por qué lo hacía, aunque tampoco tenía el interés, pues es algo suyo.
A las personas que van empezando en el graffiti, Panic les recomienda que construyan ética y que cuando consideren que algo que están haciendo no está bien o dañan a otro, no lo hagan. “Su permiso de ser libres, de vivir la cosa y eso, puede afectar a un tercero, para qué joder al mundo, si ya de todas maneras está jodido, yo lo veo así, construye ética y diviértete un chingo, disfruta tu vida, no le hagas daño a nadie y cuídate también, hay mucha banda que se ha caído de espectaculares, de terceros pisos, o sea, neta neta, se ha muerto gente porque de cierta forma luego no le miden, hay cosas que valen más la pena, no cometan ilegalidades raras, porque también su familia va a ser la que sufra y la que pague el plato roto, y si ya tienen con qué pagarlo, pues está chido, mínimo den la cuenta bancaria de: aquí está mi fondo, no se preocupe, y ya de ahí le van pellizcando para lo que haya que pagar, si se van a hacer responsables, ahora sí que yo digo que ahí construyan líneas éticas y con eso, vivan, que se diviertan, disfruten de la vida, si eso es lo que les da vida, y es una adicción bonita, el dibujar, el pintar, bien sana, o no, porque también te puede estar clavando en tu propia mente, pero eso no te va a dar permiso de estar metido en otras cosas”.
Señala que el graffiti es un escaparate, pues toda adicción es porque te quieres escapar de tu realidad, y esto “nos escapa de la realidad, así es que, seguro no vas a encontrar ese permiso de escaparte en el alcoholismo, las drogas y todo, porque ya enocntraste un punto donde te estás escapando, pienso”, concluye.
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