La placa de Akof salió porque de niño salió en una obra de teatro de Foca, y así le comenzaron a decir, sin embargo, no le agradaba del todo, por lo que consideró voltear la palabra, y de ahí salió el sobrenombre
Por: Miguel Flores/KlandestinoTV
Akof conoció el grafiti en la primera década del actual milenio. Desde niño se dio cuenta de que los espacios estaban pintados y que varia banda ya empezaba a hacerlo.
En entrevista para KlandestinoTV, Akof cuenta que su inspiración fueron las pintas de Bitch. “Veía ese sello sin saber yo qué era graffiti, y estaba en todos lados, yo me trasladaba de Valle de Chalco a Rojo Gómez, y en ese trayecto yo lo veía. En la secundaria me topo a un valedor que pintaba Soack. Me ve dibujando las letras del Bitch y me dice: carnal, tú por qué pintas las letras del Bitch, si tú no eres el Bitch; le dije: no, yo veo las letras y me llaman la atención”.
Señala que Soack le comenzó a decir que eso era graffiti y le enseñó sobre el tema. “Me dice: mira, tienes que hacer unas letras pero a tu estilo. Estaba de moda en ese tiempo el juego de Crash Bandicoot, y le digo: no, yo quiero poner Crash, y ya, me dejó ser, me compraba mis steerbooks y comencé a desmadrar toda la secundaria, y me dice: carnal, se ve que te gusta el pedo del graffiti pero búscate algo más original, algo más con lo tuyo”.
Akof recuerda que cuando iba en la primaria hubo una obra de teatro y a él le tocó ser una foca, y desde ahí le decían así: Foca. Uso esa placa un par de meses, pero comenzó a ver en revistas banda como el Kubo, Doctor o Torek. “Yo poniendo Foca, como que sí dije: chale, qué pedo. En la noche nada más, sacando estilos, lo voltee y de ahí surge el Akof”.
Desde la primaria, veía en su barrio, Valle de Chalco, que había banditas: Los Machines, Los Machibabys, Los Sobrinos, Los Trokeros Ley, y pintaban los muros con nombres. Desde ahí le empezó a nacer el estilo de letra deforme, no muy estética, que se entendiera pero con volumen. “Siento que ese fue mi acercamiento con el graffiti”.
Akof ha pertenecido a varios crews en su trayectoria como artista callejero: el 34, NC, AI, NAP, MEC, ARK, MK, BCNC. Actualmente pertenece al TOA, 47, INK, y CXL.
Lleva unos 20 años pintando, y cuenta que cuando era más joven pensó en dejar de pintar por miedo. “Yo creo que de más pequeños a todos nos pasa por la cabeza esa situación, te entra el miedo cuando son tus primeros atorones. Dices: no, ya no voy a pintar, tal vez también por la economía, por varias situaciones, y sí lo he hecho, en varias ocasiones he dicho que ya no voy a pintar, pero creo que ya es un gusto que nos gusta a cada quien, yo creo que no, sí lo he dicho, pero creo que nunca lo voy a dejar de hacer”.
El escritor de graffiti, al ser del oriente del Estado de México, cree que en esa zona está “muy pesado” en cuanto a escritores. Señala que el lado oriente “rifa”. “Neza, Valle de Chalco, Chalco, Iztapalapa, tiene muy buenos escritores, y a veces esta banda que se avienta desde este lado, a ir a otros lados, al centro, y así, está chingón”.
La familia de Akof sabe que hace pinta, y en la actualidad ya lo aceptan. Sin embargo, como a todos los graffiteros, su madre le decía que no anduviera pintando. “Mis botes, uno juntaba su dinero, compraba mis botes, y llegaba y ya estaban picados, ya se los habían llevado, o equis cosa, pero ahorita ya, gracias a Dios, medio lo aceptan”.
Recuerda que una vez con Craoc, Arma, Sola y Ofier fueron a pintar por la calzada Zaragoza, a la altura de la fábrica de Coca Cola, cuando, sin darse cuenta, llegó la Policía y los corretearon. “Le ganamos como de sentido contrario y lo único que vi fue la entrada de un hotel. Me meto, todavía tuve que empujar al Ofier, creo que se cayó, nos metimos pero estaba el de seguridad del hotel con un radio todo viejo, y comienza a llamar a sus compañeros. Le digo: no, es que nos vienen siguiendo, pero no hay pedo, nada más dame chance tantito. En eso se para la patrulla, y nos metimos al hotel, a los cuartos, me metí creo con el Croac, nos encerramos, yo me metí al baño, la tira buscándonos, agarra a los primeros, total tuve que salir al toro, y todavía estaban buscando a la Sola, estaban aferrados a que era un güey, y les dije que era una valedora pero que no sabía dónde estaba. Andaba en las sábanas, estaba metida entre las sábanas, pero creo que se le salió su tenis, y por eso la agarraron”.
Cuenta que en ese tiempo aún eran menores de edad, por lo que los llevaron al Juez Cívico y le hablaron a sus papás para que fueran por ellos. “Creo que ese día le marcó el Craoc a su papá, me llevaron en el carro y nos dieron nuestros aerosoles”.
Akof cree que el graffiti, en los años que lleva pintando, ha evolucionado bastante. Señala que en sus inicios, tenían que meterle más creatividad, pues no había redes sociales y el internet no estaba tan accesible, por lo que no podías conocer el graffiti de otros lados. “Las revistas era donde uno se apoyaba para poder ver y darse noción del graffiti, colores, estilos, ahorita ya con las redes sociales, el internet, puedes ver y agarrar gustos, evolucionado por esa parte sí, pero creo que también es para bien”.
Señala que el verdadero graffiti, si le gusta a las nuevas generaciones, lo van a hacer. Cuenta que ha visto a “morros” que han pintado, llegan bien recios, pero se “apagan” con el tiempo. “He visto a varia banda constante, mis respetos que ahí están firmes, las generaciones nuevas, entre un chingo, unos cuántos van a sobrevivir”.
El graff le ha enseñado a convivir con varias personas. Cree que el graffiti le ha abierto las puertas para muchas cosas, y ha conocido a muchas personas. “He conocido en este mundo a gente muy buena, gente mala, y he convivido con bastante tipo de gente, desde profesionistas hasta la lacra, pero es algo que nos late”.
Fuera del graff, Akof es padre de familia, esposo y estudiante, y asegura, lleva una vida normal. “Tengo dos niñas, tengo a mi esposa, soy estudiante, ando pegándole a la escuela, y yo creo que llevamos una vida normal, como todos ustedes, nada más que es algo como otra parte, un disfraz, una máscara, un chaleco que se porta uno”.
El graffiti lo ha llevado a otros estados, en expos o porque lo han invitado, e incluso por decisión propia. “Puebla, Querétaro, Oaxaca, San Luis Potosí, Acapulco, de los pocos lugares que recuerdo, el graffiti sí te lleva a varios lugares”.
Recomienda a quienes van empezando en el graffiti, que se “aferren” si les gusta. “Que vean sus inicios, que no se casen con lo que ven nada más, que traten de rascarle, de indagar, en lo que es en verdad el graffiti. En la actualidad he visto mucho muralismo, mucha banda que hace dibujos y todo el pedo, yo no lo veo mal, porque bueno, tal vez mi mente evolucionó ahorita. Si me hubieras preguntado esto hace algunos años, me valdría verga y diría: no, no mames, el graffiti son los rayones, es esto, que eso es la verdad, eso para mí es la esencia, para mí es el verdadero graffiti, lo que uno costea por sus medios, lo que a uno le late hacer, por ejemplo, venir y desmadrar, sin pedirle permiso a nadie, eso para mí es el graffiti, y pues que se aferren”, concluye.
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