Emta comenzó a practicar el graffiti desde que iba en la secundaria, sin embargo, tiene apenas un año que comenzó a salir a las calles de la Ciudad de México con su crew BNG para plasmar su arte callejero en los muros
Por: Miguel Flores/ KlandestinoTV
Emta, el escritor de graffiti ilegal que vandaliza los rincones de la Ciudad de México, nos citó en la salida de la estación del Metro Portales, del lado que va a la Ciudad de México, no del que va para el estado de Morelos. La cita era a las 10 de la mañana, sin embargo, la larga distancia que hay que recorrer desde el oriente del Estado de México hasta el sur de la CDMX, en transporte público, hizo que la cita se pasara a las 10:30.
Llegamos 10:32, puntuales. Le envié un mensaje por WhatsApp, avisándole que nos encontrábamos en el lugar que habíamos acordado. “Ya voy para allá, llego en cinco minutos, voy en un carro verde”, contestó.
Y sí, a los pocos minutos arribó en un Ibiza verde, idéntico al que tiene Nabe de los HCNK. Nos subimos Óscar, mi hermano con el que llevó el proyecto de KlandestinoTV; Nayeli, mi novia, quien de vez en cuando, las veces que puede, acude para ayudarnos a grabar algunos aspectos, y yo.
Al subirnos lo saludamos calurosamente, como si nos conociéramos, aunque esa era la primera vez que nos veíamos en persona. “¿Estás crudo carnal?”, le pregunté, y me sorprendió su respuesta. “No, yo ni tomo”, dijo. Nos explicó que estaba jurado. También le pregunté sobre el spot en el que iríamos a pintar, pues me dijo que sería uno en el que ya habíamos grabado un capítulo de KlandestinoTV, el de Actor, quien dibuja la caricatura de un pez en las paredes, de manera ilegal.
Le pregunté si no había otro spot tranquilo. Y es que no nos gusta repetir locación, sino cambiarle para que sea diferente cada pinta, pero me dijo que no, que ese era el único lugar tranquilo para pintar en la zona. Va, le respondí.
También platicamos un poco sobre los días que le gusta salir a pintar. Nos dijo que los fines de semana casi no sale, pues hay más gente alcoholizada con los que se pueden meter en problemas, o incluso, la policía anda más al tiro, pescando a los infractores.
Luego de unos minutos llegamos al lugar. Nos avisó que iría Finer, a quien ya habíamos entrevistado y con quien nos encontramos un par de veces luego de la entrevista. Y así fue, pocos minutos después llegó Fin, lo saludamos y le hice la misma pregunta que a Emta, si estaba crudo. Respondió que no, que había trabajado un día anterior.
Nos metimos al parque en el que haría la pinta ilegal, y comenzamos a grabar aspectos Óscar y yo. Nos gusta grabar el proceso, desde que llegamos al lugar, y previo a la pinta si es posible, para darle una mejor narrativa y cronología al video.
Tras unos minutos en los que se pensó dónde sería la pinta, Emta por fin se decidió: al lado del pescado de Actor haría su bomba, una en la que realiza el contorno de las letras y, en vez de marcarlas, hace una boca, con dientes y lengua. Un estilo muy creativo. Una vez terminada, comienza la entrevista.
Emta decidió adoptar esa placa o sobrenombre porque, cuando era niño, le gustaba mucho ver la caricatura del Correcaminos, donde aparecían explosivos de la marca Acme. Lo único que hizo fue poner al revés ese nombre, sin embargo, no le gustaba como sonaba Emca, por lo que decidió cambiar la c por la t, para ser Emta.
Cuenta que, prácticamente lleva un año en el graffiti, pues aunque le gustaba mucho cuando cursaba la secundaria, no lo realizaba como ahora. “Nada más fue, como siempre, en el cuaderno y de vez en cuando aventarte una pinta por el barrio, pero siento que ahorita, el año que llevo pintando fue que lo retomé chido, y le puse empeño”, señala. Dice que con anterioridad si hacía graffiti, pero “muy leve”.
Su primer contacto con el graff lo tuvo en la secundaria, y narra que a él le gustaban mucho las pintas de Nuter. “El Nuter ya es de antaño, y me gustaba mucho su trabajo, siempre me ha gustado su trabajo de caricatura y todo. De ahí me gustó, me gustaban sus bombas, sus dibujos, me nació eso de: yo también quiero, yo también puedo, eso fue”.
Aunque ha llegado a practicar el graffiti legal, o sea, pidiendo permiso en una barda para pintarla, lo que le gusta más es hacerlo de manera ilegal, o sea, sin permiso. Esto, porque le gusta sentir adrenalina. “No es lo mismo, con tiempo lo detallas más, que a lo mejor te avientas un ilegal, pues le metes cosas, no cualquiera lo hace, casi ya la banda quiere aventarse negro y cromo y aventar su bomba y ya, y nosotros, mi equipo el BNG, tratamos de plasmar algo nuevo, aunque te tardes, ni pedo, pero, aunque sea ilegal, algo más chido, salir de lo común”.
Para Emta, el trabajo de Nuter fue una inspiración, pues, como ya comentó, siempre le ha gustado su trabajo y por eso ahora trata de hacer en sus bombas diseños con caricaturas, o más trabajados.
La primer bomba que hizo fue la difícil por la adrenalina que sintió, pero después, dice, ya quieres pintar toda la noche. “Siento satisfacción de que, yo siento que todos los graffiteros, hablo en plural, es un don, porque no cualquier persona puede hacer un dibujo a cierto tamaño, me siento chido por poder lograr yo algo, porque no todas las personas lo pueden hacer".
Explica que en una ocasión fue a pintar a Gran Canal, al norte de la Ciudad de México, y lo corretearon personas del mismo barrio. “Nos correteó la chaca bien machín, hasta nos aventaron de balazos, me acuerdo que corrimos desde Gran Canal hasta llegar a la estación del metro, hasta sin pagar nos metimos a los torniquetes porque nos venían correteando bien cabrón”, comenta.
Emta pertenece al crew BNG y al 7KH. Para él, BNG representa amistad, pues antes estaba en otro crew, sin embargo no había la unión que hay ahora, pues “siempre nada más ellos trataban de, tú me caes bien, me voy contigo, y acá somos amigos y hasta para el torzón he, nadie se va, todos nos juntamos, nos quedamos, tuercen a uno, todos nos quedamos y ponemos para el desafane”.
No ha pensado en dejar de pintar, pues “mientras Dios me lo permita, voy a seguir pintando, me gusta un montón, te digo, en la secundaria me gustó pero a lo mejor por la economía no es lo mismo a ahorita que ya tengo un trabajo estable, que ya puedo mantenerlo, porque pues sí es caro, el graffiti es caro y más en el ilegal, porque si tomas en cuenta los torzones, echarle la gasolina al carro, y como nosotros tratamos de tendernos lejos, no son de 50 varos la gas, si te gastas algo”.
Su familia siempre ha sabido que hace graffiti. Señala que desde que iba en la secundaria, le decía a su mamá que le gustaba el graff, y siempre lo apoyó. “Ahorita que tengo familia, mi esposa y mis hijos igual me apoyan mucho en el graffiti”.
El graff le ha dejado muy buenas amistades y, aparte, gracias a él ha conocido a muchísima gente, sin embargo, “son pocos los que están contigo”, concluye.
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