Kool comenzó a hacer graffiti en el año 1999, cuando iba a la secundaria; en entrevista, cuenta algunas de las anécdotas más fuertes que ha tenido pintando
Por: Miguel Flores/KlandestinoTV
A finales de los años noventa, inicios de los dosmiles, se hizo muy popular el Kool-Aid, que era la marca de un saborizante en polvo para preparar agua. Aunque pocos
lo sepan, esta marca se inventó muchos años antes, en 1927 por un hombre estadounidense llamado Edwin Perkis, y su esposa Kitty.
El refinado polvo servía para hacer agua de sabor de manera instantánea, sin embargo, los jóvenes comenzaron a darle otros usos, pues se comenzaron a preparar las famosas “Aguas-locas” con el Kool-Aid.
El nombre del saborizante en polvo llamó la atención de un joven originario del nororiente de la Ciudad de México (CDMX), y decidió adoptar, del mismo, su placa o sobrenombre para comenzar a hacer graffiti. Ese es el origen de la placa de Kool, un joven que comenzó a pintar en el lejano año de 1999, hace ya 25 años. “Me gustaban mucho las letras de esa marca de agua, los sobres de Kool-Aid, de ahí empezó, no tuve como una historia como tal del por qué de Kool”.
Originario de Aragón, Kool platica en entrevista para KlandestinoTV, que comenzó en el mundo del graffiti cuando cursaba la secundaria.
Cuenta que desde que era niño siempre le gustó colorear y pintar, y de ahí se le empezó a pegar el graffiti. Señala que le gusta mucho el diseño gráfico y le llaman la atención las cosas abstractas.
“De ahí fui conociendo gente, se me pegó mucho el Graff, porque en esos tiempos ya había banda que veía mucho que pintaba y yo decía ¿Cómo le hacen? Y de ahí dije: yo también tengo esa curiosidad de hacerlo; un día se me hizo la costumbre de estar comprando un aerosol para ver qué se sentía”, comenta.
Ante la pregunta de cómo fueron sus primeros acercamientos con el graffiti, Kool cuenta que en sus inicios veía pintas y le llamaban mucho la atención. Dice que el crew CHK y sus pintas lo motivaron para iniciar. “Pues ahora sí que la gente que se acercaba a mí me invitaba a veces a pintar y así y yo nunca he sido de esas personas que dice que no, siempre acepto y jalo donde sea, lejos o cerca siempre, pintando y conviviendo con la banda. Y de ahí fui conociendo a más gente en esos tiempos. Bueno, antes, porque se veía más en la convivencia, no tanto el cuántas pintas tenías, era más la convivencia, conviviendo luego pintando, no sé, armando la fiesta”.
Kool cuenta que, como tal, no tiene un referente de cuando empezó a hacer graff, pero si veía a varios crews como el CHK o el BSNC, que lo inspiraban porque hacían “bombotas”, y cuando vio eso, se dijo que él también podía hacerlo.
“Como tal así que me inspiraban fueron ellos, pero yo me dediqué más a lo mío, a mi trabajo, yo me hice esa meta de esforzarme y dedicarme a lo mío, respetar, obvio, el trabajo de los demás, porque hay gente que sabe más que uno, por respeto, por todo lo que se ve en la calle y eso es lo que me gustaba porque hay banda que sí le da muy bien, y tiene esa esencia, como uno”, explica.
En su bomba, Kool mete, en la L, la figura de un lápiz. Esto tiene una explicación, pues señala que a él le gusta meter ciertos detalles o figuras que sean diferentes al resto de los graffitis que se ven en las calles y no que sea común o similares a los demás.
La primera vez que salió a pintar, recuerda, fue a principios de los años 2000, cuando iba en la secundaria. Menciona que fue en unas fábricas, y no rellenaba, simplemente “trazar, cortar y doble por fuera, yo ahí empecé a darle sentido al estilo, y ahí fue mi primera pinta, ya después hacía muchos cortes, se le dice, cortes con sombra. Y así fui practicando, esos fueron mis inicios, me gustaba también pintar mucho los canales. Bueno, ahí por donde yo vivía, por Ecatepec, igual se sentía como la adrenalina de que estabas ahí en los puentes; ‘no te vayas a caer’, me decía la banda, porque imagínate, estabas en la orillita. Luego ya no teníamos botes y hacíamos mezclas con pintura o con tipo cal, y le echábamos agua y con pintura y a lo que iba. Eran, bueno, otros tiempos, eran diferentes y se convivía mejor, y ahí fue como que las primeras pintas que hacían en los canales, en las fábricas en ese tiempo”, explica Kool.
Asegura que lleva varios años en el graffiti, sin embargo, ha tenido pausas.“Como tal, pues llevo como unos 16 años, 17, pero no constantes como decía, pues yo empecé del 99, a esta fecha, pues ya no soy tan constante, pero sí me gusta seguirle, a lo mejor me apago dos años, tres, pero le sigo dando, porque yo tengo esa frase, de: Grafiti de por vida, aunque esté casado o tenga chavos, pues a lo mejor una pinta de legal o no sé, pero me gusta la manera de pintar”, asegura.
Explica que los años que ha dejado de pintar es porque en ocasiones le da prioridad a otras cosas, y recuerda una frase que dice “No todo es graffiti en esta vida”.
“Siempre tienes que hacer algo, ya vas creciendo, vas teniendo otra mentalidad, tienes que también hacer tus cosas, ver por tu familia, tus hijos, no sé, hacerte de tus bienes, porque en un futuro no vas a vivir del graffiti, yo no te digo que sé mucho dibujar, no, pero sí me enfocaba más en hacer otras cosas, por mi bienestar y para superarme, porque yo así como amo mucho el graffiti, también tengo que hacer cosas de mi vida, en ese sentido y por eso fueron mis pausas y hasta la fecha sí le sigo dando constante, no tanto como yo quisiera, pero pues lo que se pueda, sí, hacerlo mejor y darle”.
A Kool le gusta más el graffiti ilegal que el legal, ya que asegura que el Graff siempre será ilegal, y cree que no hay mucho "chiste" en hacer legal.
“Bueno, yo lo veo así, porque yo puedo pedir una barda y no es lo mismo a que tú te arriesgues a pintar una patrulla, no sé, un metro, un lugar que tú te sientas satisfecho en el que tú pintes algo. Y yo, bueno, a lo que yo he entendido que me gusta más el ilegal porque dura más el spot, te sientes más satisfecho. Tú cuando lo ves en la calle, dices: “ay, yo pinté esto”, dices: me quedó chido, pero ya cuando ves que te lo borraron, dices: no manches, y ya en un legal, es muy diferente, porque pues es más diseñado y a lo mejor sí te ve la banda, pero no es lo mismo a un ilegal, corres el riesgo de que te agarren o te hagan algo, y ese es el valor que le da más al graffiti ilegal, a mi parecer, pues es mejor. Bueno, para mí que yo ya llevo mucho en esto, en este pedo del ilegal, me gusta más. Yo lo veo como el graffiti debería ser más ilegal”.
Recuerda dos spots que le costaron mucho trabajo y en los que se vio en mucho riesgo: cuando pintó una patrulla y cuando pintó el Metro. En el caso del Metro, dice que se tuvo que saltar una reja y se cortó la mano, e incluso se abrió el dedo y lo tuvieron que coser.
“De la desesperación que ya venían los puercos, no vi cuando me jalé, esa fue una experiencia mala, porque ya cuando se te pasa el dolor, toda mi mano estaba abierta, toda la piel, me tuvieron que coser”, explica.
En el caso de la patrulla, dice que lo corretearon y lo estuvieron buscando los Federales. “Son anécdotas que como te digo, son muy fuertes, y sí arriesgas tu vida mucho en esto del ilegal”.
Otra mala experiencia que recuerda pintando, fue cuando un camarada que estaba dándole en un aéreo en una ocasión en la que estaba lloviendo, se cayó desde las alturas y murió. “Un güey se cayó del espectacular, se rompió, se quebró porque estaba lloviendo, si fue una experiencia fea porque pues era un compita, vimos cómo se cayó, se murió porque cayó así y pues nos fugamos porque imagínate, iba a ser un pedote, y eso sí te queda marcado en tu vida del Graff porque imagínate, ves a un compilla que se cae de ahí, te quedas así como dices, chale a lo mejor uno lo hace porque pues quiere sentir qué pedo allá arriba, y cuando ves que pasa esto, dices: no manches, como uno se arriesga por poquito, o en unos momentos ya se pierde tu vida, y pues sí, sí queda marcado todo eso”, cuenta Kool.
Además, recuerda dos ocasiones en las que los policías lo han correteado. En una de ellas, se tuvo que pelear a golpes con ellos. Cuenta que esa vez lo vieron cuando se metió a una casa y lo querían sacar a él y a otros amigos.
La segunda fue cuando lo corretearon varios federales y le sacaron una pistola. Recuerda que al ir corriendo, casi cae en un canal, ya que por la adrenalina, al ir corriendo no se fijó.
Kool no siente que el graffiti le haya enseñado algo, solamente la convivencia con las personas que conoce gracias a él. “Enseñarme algo, pues no, porque muchas personas aquí en la cultura mexicana lo ven mal, lo ven como que: un pinche vago mas, pinche delincuente, ha de ser drogadicto, ha de ser de los que venden vicio. Y como tal no te va a enseñar algo bueno, porque la sociedad lo ve mal, no lo va a ver: ah, él pintó esto porque es bueno, me puede enseñar esto, pero ¿Por qué? O sea, la sociedad nunca va a estar conforme con eso, a mí a lo mejor el graffiti me enseñó lo bueno en convivencias con las personas que tú tratas, más que nada, que hacemos lo mismo, que estamos en este medio del graffiti”.
En ocasiones, Kool ha pensado en dejar el graffii por diversas situaciones. Una de ellas es su familia, pues ya busca hacer otras cosas, cuidar a sus hijos, estar con su novia. Sin embargo, también está la parte de él que no lo quiere dejar, porque, explica, es algo que le ha gustado desde pequeño. Piensa que tal vez podría pintar legales para continuar haciéndolo.
“A lo mejor un legal, no sé, un dibujo, pero no dejarlo, a lo mejor ya en muchos más años sí lo dejo, pero no como tal al 100%, porque no lo puedes dejar, puede pasar, no sé, un año, muchos años, pero vas a hacer una bombita, una cortina, quizá ya no de ilegal, porque pues ya vas a hacer una persona diferente, más grande, pero ahí va a estar la esencia de que vas a seguir en este pedo. Bueno, yo lo veo así, y pues dejarlo como tal, no, y si lo dejara pues quizá seguiría boceteando o haciendo algo”, explica.
La idea de su bomba tradicional, en la que hace una especie de lápiz en la L, cuenta que nació porque busca la manera de mezclar las letras con otras cosas. “Yo soy de esas personas que le dan ese significado, la L como un lápiz, la K que esté gordita, el estilo clásico ya viene de antes, porque son estilos ya que se aprendían de otra banda, o que tú tenías ideas propias, pero venían de varias ideas". Con esa bomba, pensó en hacer un estilo único y clásico, según sus propias palabras.
Kool no está en ningún crew activo. Cuenta que aplica algunos pero solo es para recordarlos. Los que pone en sus pintas son ID, el ZD y el FG. “Son los que aplico, pero por lo mismo de que nomás son las convivencias que he conocido de los compas y que me han invitado a que los ponga, pero como tal un crew que tenga, pues no”.
Concluye la charla diciendo que ya hay mucha banda que hace graffiti por moda, no por que les guste. “Ya nomás ven a un güey que pinta y dice: a, voy a hacer yo esto, mejor que lo hagan porque les guste, quieran de verdad hacer algo que ellos mismos, su mismo trabajo se avale en las calles, que sea la calle la que les haga ver sus avances, no que hay muchos que nomás pintan en su cuaderno, atrás de su casa, en sus esquinas, que si de verdad lo van a hacer, que lo hagan con gusto, que haya una mejoría, no copiar los mismos estilos de gente que ya lleva tiempo, que tengan su misma ideología, y pues que siga el graffiti”, termina.
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