Romex comenzó a pintar desde hace tres años, sin embargo, el graffiti le llamó la atención desde que cursaba la secundaria
Por: Miguel Flores/KlandestinoTV
Cuando Romex iba en la secundaria, veía en las paredes las pintas de Morfo. Además, en su escuela había bandita que tageaba. Esto comenzó a llamarle la atención, y fue lo que hizo que comenzara a pintar.
En entrevista para KlandestinoTV, cuenta que su placa, Romex, no tiene ningún significado ni hay una historia muy destacada detrás de ella. Cuenta que, solamente, las últimas tres letras, “mex”, las puso por México, pero de ahí en fuera, solamente jugó con las letras y de ahí salió su placa.
Antes de pintar esa placa, en la secundaria, ponía Jaco, pero solamente pintaba en tags, y después dio con su actual sobrenombre. Lleva pintando poco tiempo, según sus palabras, pues aunque siempre estuvo con gente que lo practicaba, él comenzó a hacerlo hace tres años. “Apenas llevo dándole tres años y han sido consecutivos”, comenta.
Morfo fue uno de los escritores de graffiti que lo inspiró para comenzar a pintar. “Yo me preguntaba por qué lo veo en todos lados, o qué significa, en esa parte, y también mi vecino, en ese tiempo, pintaba Dreds, y ahí donde vivíamos hacía sus piezas, yo creo que esos dos serían por los que me fijé en el graff”.
Recuerda la primera vez que salió a hacer una bomba. “Fue con mi carnal en Naiber, y con otro valedor de Neza también, esa vez ya tenía la idea de salir a pintar, ya había pasado a comprar mis botes, nos quedamos de ver ahí en mi cantón, y ya de ahí nos salimos sobre la López, y coronamos, esa vez fue la primera y de ahí como que se me quedó la cosquillita de seguir pintado; me gustó la primera vez porque sientes la adrenalina, sientes esa sensación de andarte escondiendo de la policía”.
Una experiencia que lo marcó mucho pintando, fue cuando lo torcieron en Ecatepec. “Esa vez iba con un valedor nada más, y nos torcieron ahí pintando en Ecatepec, nos subieron y nos sembraron cosas de más, y nos iban dando en la madre, y ya tuvimos que dar un chesco para que no nos sembraran, no querían sembrar droga y un arma, y esa fue de las más feas”, cuenta.
Dice que cada pinta es una experiencia nueva, pero cuando en una noche hacen seis o siete bombas, para ellos es “lo chido”. “Hay veces que sí se coronan todas sin torzón, y por decir, eso que traíamos para el torzón lo ocupamos para un refresco, una tortita, algo”.
Cree que el graffiti le ha dejado la sensación agradable de ver sus pintas, de pasar por la calle y verlas, es algo “chido” para él, así como las amistades que le ha dejado.
“Mi carnal el Aiber, que también con él he salido a pintar, pero él siempre me ha enseñado varias cosas que sé del graffiti, yo digo que sí te deja amistades buenas”, dice el escritor de graff ilegal.
Romex piensa que pintar, en la actualidad, puede considerarse un lujo, pues en primera, hay que gastar en el material. Además de la gasolina, el torzón, y cree que actualmente es algo caro pintar. “Más que nada cuando quieres irte a otros lados de la ciudad o tenderte, sí tienes que invertirle un cambio”.
Él prefiere el ilegal, pues, cuenta, le gusta salir en la noche, manejar, convivir con sus amigos un rato, y la adrenalina. “Es lo que para mí, eso me gusta mucho la noche, por eso prefiero el ilegal”.
Su familia sabe que pinta, y aunque no siente que lo apoyen, pues ha habido veces que lo agarran los policías y lo encierran, no le dicen nada.
Romex pertenece al crew BNG, mismo que se fundó el año pasado. “Le hemos estado dando constante, con el Finer, el Emta, el Hamer, el Desek, pues más que nada lo hicimos porque queríamos representar, digamos, su significado es los nuevos que estamos pintando, pues podría decirse que todos somos nuevos en esto, y es masomenos lo que quiere decir el BNG”, cuenta.
Señala que ya pintaba con Finer desde antes, “empezamos a salir y de ahí nos acoplamos bien al pintar, y pues cada semana le salimos, ya de ahí, cuando se hizo el BNG estuvimos ahí entre todos, fue así que llegué con ellos”, concluye.
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