Funs lleva unos 14 años pintando, sin embargo, tuvo que parar de pintar por unos 6 años por algunas situaciones personales; cuenta que el graff le ha enseñado lo que es la disciplina
Por: Miguel Flores/KlandestinoTV
Cuando Funs iba en la preparatoria, en Ecatepec, conoció a un amigo que hacía graffiti, y un buen día le pidió que lo acompañara a pintar. En esa ocasión fueron a un desnivel de Tlalpan y Ermita. Al ver a su amigo pintar, le llamó la atención a Funs lo que se hacía con el aerosol, por lo que le preguntó si estaba muy cabrón hacer graffiti, a lo que su amigo le dijo que no, que era fácil.
En entrevista para KlandestinoTV, Funs cuenta que ese mismo amigo le pidió que pensara en un nombre y él mismo le ayudaría a hacer un boceto. “Vi que Funs significa divertido en inglés, y de ahí lo agarré, de ahí dije voy a agarrar (la placa) de Funs y ya nunca cambié, ese ha sido mi tag desde siempre, desde que empecé hace 14 años”.
Funs solía ver el graffiti en la calle, y aunque los tags no le llamaban mucho la atención, los aéreos o lugares en los que se veía complicado pintar, en donde se hacían cosas detalladas, le gustaba. “A partir de ahí, conozco a este compa en la prepa y fue que empiezo en el graffiti, y después conozco gente de por mi casa que le daba, y ya nunca lo dejo”. Esto ocurrió por el año 2008, y hasta la fecha, le sigue dando.
Señala que desde el primer día que pinto lo prendió y se hizo adicto al graff. “Lo hacía todos los días, yo hubo un tiempo en que no hacía otra cosa más que graffiti, todos los días pintaba, ya vas creciendo y van cambiando las cosas, pero nunca lo pienso dejar”.
En su vida personal, el graff es algo que significa mucho para él, pues cuenta, lo llena, y hay ocasiones en las que se siente mal hasta sicológicamente y al pintar se olvida de todo. “Me siento bien, me siento satisfecho, puedo decir que tengo hasta una doble vida, hay mucha gente que no sabe que hago graffiti”.
La primera vez que salió a pintar, recuerda que le dijo a un vecino de su casa que lo acompañara a comprar botes a la calle de Isabel la Católica, pues no habían muchos lugares donde vendieran aerosoles. Compró una caja de latas, hizo una bomba “medio culera” porque era su primera pinta, y desde ahí siguió.
El graffiti lo ha llevado a conocer varios lugares, pues gracias a él lo han invitado a pintar a varias partes de México. Cuenta que recientemente lo invitaron a Pachuca, y anteriormente lo han invitado a Guerrero, Chiapas, Guadalajara (que es donde radica actualmente), en Acapulco, sin embargo, no ha salido del país para pintar.
Fuera del graffiti, Funs es una persona que se dedica al comercio, le gusta el fútbol y le gustan las carreras de autos y motos. “Tengo varios gustos”.
Pertenecer al HCNK
Funs pertenece al crew HCNK, sin embargo, también ha pertenecido al BUS, que es el crew con el que inició.
Al crew HCNK llega porque a Siler lo conoció en la escuela. Cuenta que cuando él iba en la prepa, Siler estaba en la universidad. “Lo topaba, de amistad ya de tiempo, hasta de fiestas, en una fiesta me acuerdo que hasta nos agarramos a vergazos con unos güeyes, una amistad ya de muchos años; después, hace como dos-tres años le vuelvo a dar con él, que es cuando vuelvo a regresar a darle, que es lo que llevo activo, y fue que estábamos pintando por la Merced, y me dijo que me quería dar el crew, que nada más no dejara de pintar, que no quería que me lo diera y dejara de pintar, y así quedó, ya después yo estando en Michoacán, me dijo: sabes qué carnal, ya aplícalo, aplica el HCNK, yo la neta es un crew que quería, que desde siempre había querido el HCNK porque, como varios sabemos, es un crew reconocido en México, si no es que el mejor del país, cuando me da la noticia de que ya lo aplique, dije: no mames, carnal, me sentí muy verga, me sentí chingón”.
Dice que el HCNK es un crew de “carnalismo”, no como en otros crews que ni siquiera se conocen los miembros. “Para mí fue algo que me dejó satisfecho”.
Al pertenecer al HCNK siente un compromiso, pues en el crew hay varios miembros que son “duros” del graffiti. “Siento ese compromiso de que le tengo que echar huevos porque cómo voy a dejar abajo un crew que la neta tiene un prestigio, tiene varios años, ya no es cualquier mamada, la mayoría que estamos en este pedo del graffiti sabemos quien es el HCNK, entonces cómo yo voy a decir: a me quiero colgar de él, no, yo quiero ayudarlos a crecer por mi lado, por ejemplo, ahorita que estoy en Michoacán, crecerlo de aquel lado, de Guadalajara, de Michoacán, ayudar a expandir, ayudar al crew, ayudar al graff, ayudar al movimiento”.
Se considera un escritor de graffii 100% ilegal, pues dice que aunque ha hecho un par de piezas legales, no es lo suyo.
A Funs nunca le ha pasado por la cabeza dejar de pintar, pues, según sus propias palabras, piensa que lo seguirá haciendo hasta que pueda. “No te puedo decir que hasta viejo, es como un solo por hoy, solo te puedo decir que mañana voy a seguir pintando, que por hoy lo quiero seguir haciendo, que por hoy no está en mí dejarlo, por hoy es algo que me satisface, algo que me pone bien, entonces no lo pienso dejar”.
Experiencias en el graff
En cuanto a experiencias con la policía, recuerda que en varias ocasiones lo han golpeado. “Una vez me estaban correteando, me metí a un hotel, y me sacaron, nos hincaron en la banqueta, nos esposaron, nos querían meter por robo, ya al final no pasó a mayores, nos sacaron una feria y ahí quedó, y ya sabes; en ese tiempo se acostumbraba que celular y cartera y lo que trajeras”.
También recuerda varias anécdotas en las que mientras se encuentra pintando, la misma gente del barrio lo intimida. “Una vez estábamos pintando en la Merced, estaba el Broca, estaba el Geox, éramos varios, y nos subimos a pintar un aéreo, y la banda del barrio nos empezó a aventar piedras, y el carnal de Broca era loco, siempre ha sido loco, y agarró los botes y se los aventó, se armó el desvergue en grande; llegó la tira, nos esposaron, nos subieron a la patrulla y nos metieron a la Candelaria, los peores separos en los que he estado en mi vida han sido esos, desde que íbamos entrando, olía de su puta madre”.
Su familia sabe que pinta, sin embargo, nunca lo han aceptado e incluso ha tenido problemas por ello. “Ahorita, pues ya lo aceptan, ahorita dicen que ya estoy grande, que ya es mi pedo, pero nunca lo aceptaron, siempre era de: no pintes, te arriesgas mucho, cómo vas a hacer eso, no lo ven como algo artístico, lo ven como vandalismo, que al final, pues sí puede ser también vandalismo, pero es algo que a mí me gusta, es algo que yo decidí aceptar las consecuencias de lo que hago, porque me gusta y no me importa lo que piensen”.
Funs recuerda que a lo largo de su trayectoria ha pintado en todo tipos de spots, desde una barda hasta un aéreo, sin embargo, uno de sus objetivos siempre había sido pintar el metro. Cuenta que en una ocasión lo invitaron a pintar el metro en Pantitlán. “Llegamos, nos metimos de día, como a las tres de la tarde y empezamos a pintar, y sí nos cayó el pedo, pero sí logramos coronar. En Ciudad Azteca nos corretearon bien duro, me acuerdo que nos metimos por un puente de carros, me acuerdo que me caí, y los tiras de adentro, los que cuidan el metro, gritaron: ahí están arriba, y yo tendido y tenía unos compas esperándome del otro lado, sobre Eje 3 y ya corrimos, me acuerdo que me preguntaron por mis compas y no supe dónde estaban, cada quién había corrido para donde pudo, y ya los empezamos a buscar y los encontramos, ya después resultó que sí habíamos salido todos, pero salimos cada quién por su lado. Yo creo que el Metro y el Tren Ligero, todos esos spots se me han hecho complicados, a lo mejor porque yo no soy metrero, porque hay banda que los pinta como hacer un legal, pero la neta yo no soy metrero, entonces sí se me ha complicado hacerlo, pero lo logré, lo coroné y me sentí bien”.
A lo largo de su trayectoria ha sido constante, sin embargo, tuvo una pausa. De que empezó, en 2008, no paró hasta 2016. “Tuve cosas que ya no le pude seguir, me fui a otro lado, y le paré, y ya de repente una que otra bombilla, pero muy esporádico, nunca era lo mismo, y de 2022 otra vez le empecé a dar duro y pues aquí ando otra vez”.
En el graffiti, suele darse que entre escritores hay desencuentros y comienzan a pisar sus bombas, o sea, taparlas por las de ellos. Funs cuenta que nunca había tenido problemas de este tipo, hasta hace poco, con un escritor que pinta Sabor. “Hace poco me empezó a pisar un güey que pinta Sabor, y luego ya de ahí me empezó a pisar su compa, el Tache, y el pedo que como yo no estoy aquí, estoy en Guadalajara, pues sí fui y los pisé otra vez pero regresaron y me pisaron otra vez, y pues, ya sabes, nunca falta, yo me imagino que nunca falta que dicen que no estoy aquí y se quieren ir recios, pero no por eso, y no porque me sienta más ni menos, simplemente digo: pues por qué voy a dejar que haga lo que quiera con mis cosas, me costó mi dinero, hasta me arriesgué. Por ahí me dijo: es que no mames, porque me escribió de una cuenta, y me dijo: carnal, no mames, tú qué, tú haces puros TikToks, y le dije que no me iba a prestar a estar peleando detrás de una pantalla, lo que es, es de frente. Yo al fin de cuentas ni siquiera tenía un pedo con él, nada, de hecho yo lo había topado y nos saludamos, todo bien, nunca me dijo nada, ya de repente veo que me pisó y hasta me sacó de onda, entonces yo nada más le dije eso porque simplemente son mis bombas, más allá de que haya otro pedo de por medio, no hay nada, no le veo sentido a generar un problema, pero tampoco me voy a dejar de un güey que se sienta muy vergas y me quiera pisar por sus huevos”.
Para Funs, el graffiti le ha enseñado disciplina. Cuenta que a lo largo de su vida ha sido muy indisciplinado, e incluso, tuvo el sueño de hacer otras cosas pero no las concretó porque no tuvo disciplina.
“Cuando yo empecé a hacer graffiti, me llenó tanto, me atrajó tanto, me atrapó, que lo empecé a hacer y hasta ese momento supe lo que era ser disciplinado, ser constante, luchar por lo que quieres, entonces yo creo que me ha enseñado eso, que si tú quieres algo, te tienes que aferrar, y no hay que ser el mejor, simplemente la práctica hace al maestro, la constancia es la que te va a dar todo”, concluye.
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